viernes, 20 de mayo de 2011

HOY, SÓLO CON EL AMOR NO ALCANZA... TAMPOCO, SÓLO CON LA PSICOTERAPIA TRADICIONAL

La complejidad de la vida moderna impone a las parejas, a los padres y a otros adultos a cargo de la crianza de los niños (como las madrastras y los padrastros) estar bien informados y poseer habilidades para superar los desafíos que se presentan cotidianamente en la vida familiar.

Hoy con "el amor no alcanza" para que una pareja o una familia funcione satisfactoriamente. Cuando la pareja o la familia esta en problemas, tampoco es suficiente el mero abordaje psicoterapéutico tradicional. En un mundo dónde la diversidad es la norma, las familias nucleares (tradicionales), las ensambladas (segundas uniones conyugales), las bi-nucleares (producto del divorcio), etc. necesitan poseer información sobre las pautas de convivencia más viables de acuerdo a su estructura particular, poseer ciertas habilidades para resolver conflictos, saber  negociar de modo que todas las partes en disputa ganen algo y muy especialmente poseer las habilidades que se conocen como “comunicación eficaz”. ESTAS HERRAMIENTAS SE APRENDEN.
“En estos días – dice Diane Sollee -  las parejas no se mantienen juntas sólo por el amor”... “... la diferencia entre un buen y un mal matrimonio, radica en tener las herramientas adecuadas”. Para Sollee, pensar que las parejas se mantienen juntas sólo por amor es una idea romántica, pero vetusta y desgastada sobre el matrimonio. Propone el AMOR INTELIGENTE, un amor que se mantiene vigente mediante una buena comunicación, que en vez de barrer los conflictos bajo la alfombra sabe cómo superarlos mediante técnicas aportadas por los expertos, que sabe cómo se hacen los acuerdos. En definitiva, para mantenerse unidos no basta con el amor, además hay aprender y trabajar para que así suceda.

Últimas investigaciones señalan que no existe una correlación entre la forma de familia y su viabilidad; más bien, ésta depende de la calidad de los vínculos entre sus miembros. Sin embargo, construir vínculos familiares en medio de la vorágine diaria no es una tarea sencilla, esto sin contar con que – como señalamos - cada configuración familiar tiene una estructura y una dinámica propia. La mayoría de las familias ensambladas desconocen sus pautas de funcionamiento y tienden a funcionar como si fueran una familia tradicional y esa mayoría fracasa; la mayoría de los padres que se separan, abrumados por la crisis y la incertidumbre, tienen dificultades para reorganizarse como una familia bi-nuclear que permita continuar ejerciendo conjuntamente la crianza de sus hijos, quienes  - de lo contrario - son los más perjudicados. 

Quienes asisten a las familias en las crisis - profesionales de la Salud Mental, del Derecho de Familia y otros - deben proveerles INFORMACIÓN y RECURSOS adecuados a fin de abreviar el proceso terapéutico y obtener los resultados esperados.

Dora Davison

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